Federica Molly
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Federica Molly

octubre 31, 2023


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¿Están relacionados el sueño y el sistema inmunológico?

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Todo lo que necesita saber sobre la correlación entre el sueño y el sistema inmunológico

El sueño es una parte esencial de nuestra vida diaria, fundamental para el bienestar general del organismo. Durante el sueño, el cuerpo descansa y se repara, y esto también se aplica a las defensas inmunes. El sistema inmunológico es responsable de proteger nuestro cuerpo contra patógenos como bacterias, virus y otros agentes dañinos. Muchos estudios han demostrado que un sueño de calidad puede afectar positivamente el funcionamiento del sistema inmunológico. Por el contrario, dormir poco y mal puede tener repercusiones negativas en el organismo, afectando la eficiencia del sistema y aumentando el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, pulmonares o del sistema nervioso. 

Pero, ¿cuál es la correlación entre el sueño y el sistema inmunológico? Veamos juntos cómo se relacionan estos dos aspectos y algunos consejos útiles para mejorar la calidad del sueño.

Cómo funciona el sistema inmunitario

Las defensas inmunes son un complejo sistema de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para combatir los patógenos y mantener nuestro cuerpo sano. El sistema inmune reconoce a los invasores y los ataca para prevenir enfermedades e infecciones. Sin embargo, no siempre está en su máxima capacidad: si el sistema inmunológico es débil o no funciona correctamente, y por lo tanto no puede atacar a agentes externos, el organismo tendrá más dificultades para defenderse de enfermedades o infecciones. Hay muchos factores que pueden afectar negativamente a su funcionamiento, entre ellos hay ciertamente una mala calidad y/o cantidad de sueño, pero también un peso corporal demasiado alto, consumo excesivo de alcohol, fumar o una dieta desequilibrada. 

El papel del sueño en el sistema inmunológico

Durante el sueño, nuestro cuerpo produce y libera varias sustancias que desempeñan un papel clave en el sistema inmunológico. Uno de ellos es la interleucina-1, una proteína que estimula la respuesta inmune. Durante la fase de sueño profundo, el cuerpo también produce anticuerpos, que son fundamentales para combatir los patógenos. Además, un sueño adecuado favorece la producción de células T, que son responsables de reconocer y destruir las células infectadas. Por lo tanto, una buena calidad de sueño es esencial para mantener el sistema inmunológico fuerte y reactivo.

Sueño y reducción del riesgo de enfermedades

Uno de los beneficios más evidentes de un buen sueño es la reducción del riesgo de contraer enfermedades. Cuando nuestro cuerpo está bien descansado, de hecho, el sistema inmunológico funciona de manera más eficiente, mejorando nuestras defensas contra las infecciones virales y bacterianas. Numerosos estudios han demostrado que dormir al menos 7 horas por noche puede aumentar significativamente la resistencia del organismo a los virus y bacterias y que las personas que suelen dormir menos de 7 horas por noche tienen más probabilidades de enfermarse que las que duermen al menos 7-8 horas.

¿Están relacionados el sueño y el sistema inmunológico?

Falta de sueño y defensas inmunitarias: ¿qué consecuencias?

Una mala calidad del sueño puede tener consecuencias negativas en el sistema inmunológico. Cuando no dormimos lo suficiente o nuestro sueño se ve afectado, el cuerpo produce menos anticuerpos y células T, lo que debilita nuestro sistema inmunológico. Esto puede facilitar que los patógenos invadan nuestro cuerpo y causen enfermedades. Además, la privación del sueño también puede afectar negativamente otros aspectos de nuestra salud, como el metabolismo y el equilibrio emocional. 

Consejos para mejorar la calidad del sueño

Para mejorar la calidad del sueño y fortalecer el sistema inmunológico, puedes seguir algunos consejos útiles. Primero, trate de crear un ambiente cómodo, tranquilo y suficientemente oscuro para dormir. Además, minimiza el ruido exterior y utiliza cortinas opacas o, si es necesario, una máscara ocular para bloquear la luz. La temperatura de la habitación también puede afectar la calidad del sueño: asegúrese de que su habitación tenga una temperatura cómoda, ni demasiado caliente ni demasiado fría. La temperatura ideal para dormir varía de persona a persona, pero generalmente es de alrededor de 18-20 grados.

Además de estas pequeñas medidas, también es aconsejable:  

  • mantener una rutina regular de sueño: esto es crucial para sincronizar su reloj interno y mejorar la calidad del descanso. Trata de acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a su cuerpo a establecer un ritmo circadiano saludable y favorecerá un sueño más profundo y reparador; 
  • reducir en la medida de lo posible el estrés y la ansiedad, que podrían interferir negativamente con la calidad del sueño. Para relajarte puedes probar técnicas de gestión del estrés, como la meditación, la relajación muscular progresiva o el yoga, antes de acostarte. También intenta reducir la exposición a fuentes de estrés en las horas previas al sueño; 
  • limitar el consumo de cafeína y alcohol, que pueden tener un impacto negativo en la calidad del sueño y favorecer el insomnio. Por lo tanto, evite consumir bebidas con cafeína por la tarde y por la noche. Del mismo modo, limita el consumo de alcohol, ya que puede alterar su ciclo de sueño y causar un descanso menos regenerador; 
  • hacer ejercicio regularmente: el ejercicio regular es fundamental para mejorar la calidad del sueño. Haz ejercicio durante el día, pero evita hacer ejercicio intenso justo antes de acostarte. La actividad física ayuda a reducir el estrés, a cansar el cuerpo y a favorecer un sueño más profundo y reparador; 
  • evitar alimentos pesados antes de dormir porque el proceso digestivo puede interferir con el sueño y causar molestias durante la noche. Opta por alimentos ligeros y fáciles de digerir por la noche; 
  • crear una rutina de relajación antes de acostarse para preparar su cuerpo y mente para dormir. Esto puede incluir actividades como leer un libro, tomar un baño caliente o escuchar música relajante. Las técnicas de respiración profunda y meditación pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo antes de dormir. Dedica unos minutos a practicar la respiración profunda y la meditación. Esto puede ayudar a un sueño más tranquilo y rejuvenecedor; 
  • evitar usar dispositivos electrónicos antes de dormir porque la luz azul emitida por las pantallas puede afectar su ciclo de sueño y promover el insomnio. Por lo tanto, reduce la exposición a la luz brillante, especialmente a la luz azul emitida por los dispositivos antes de acostarse. Apaga el televisor, la computadora y el teléfono inteligente al menos una hora antes de dormir para preparar tu cuerpo para dormir y evita usar teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras en la cama. Elige actividades relajantes como leer un libro o escuchar música antes de dormir.
  • usar un colchón y artículos de descanso de calidad: evalúe cuidadosamente la elección del sistema cama y asegúrese de comprar un colchón y almohada adecuados, que garanticen una alineación perfecta de la columna vertebral y reduzcan los puntos de presión – como todos los colchones propuestos por Mollyflex. Una buena postura durante el sueño contribuye, de hecho, a reducir el riesgo de dolores y tensiones musculares. 

Como hemos visto, un sueño de calidad es fundamental para el bienestar general del organismo y para fortalecer las defensas inmunitarias. Siguiendo estos sencillos consejos podrás mejorar la calidad del sueño y mejorar tu salud. 

Si necesita más consejos para elegir el colchón o los artículos de descanso que mejor se adapten a sus necesidades, contáctanos o dirígete a la tienda Mollyflex más cercana. ¡Nuestro personal está siempre a tu disposición para recomendarte los mejores productos, que sean capaces de garantizar un sueño sano y regenerador!