En la búsqueda del mejor colchón para personas mayores, a menudo se comete el error de asociar calidad con una consistencia excesivamente firme. Todavía se habla de “colchones ortopédicos” con la convicción de que son colchones duros y que son la mejor opción para el bienestar de las articulaciones. ¡No hay nada de más equivocado!
El término “ortopédico” se refiere a un colchón que ofrece el mejor soporte a las diferentes partes del cuerpo, adaptándose a los diferentes puntos de presión y las formas peculiares de cada cuerpo. En el caso de las personas mayores, es esencial elegir un colchón antidecúbito que sea acogedor y de apoyo al mismo tiempo. Además de estas, hay otras características importantes a considerar. ¡Vamos a ver cuáles!
Hay dos factores importantes que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un colchón para personas mayores, sobre todo teniendo en cuenta los dolores y patologías que pueden padecer. En primer lugar, un colchón antidecúbito para los ancianos debe ser cómodo, adaptable al cuerpo y no compresivo. Los huesos frágiles y doloridos requieren un soporte que ceda suavemente a su peso, evitando de esta manera el riesgo de úlceras de decúbito. Un colchón demasiado rígido y que no se adapte al cuerpo crea puntos de presión críticos que pueden afectar a la microcirculación y provocar enrojecimiento, adelgazamiento de la piel y posibles desgarros.
Por otro lado, a pesar de la necesidad de confort, es importante que el colchón no sea demasiado suave. Un apoyo demasiado débil puede hacer que sea difícil levantarse y darse la vuelta por la noche, lo que puede ser un desafío para las personas mayores. Esto es especialmente cierto para las personas que ya están acostumbradas a colchones más rígidos, como los colchones de muelles.
Una solución de compromiso que cumple con ambos requisitos es una lámina compuesta por una base de poliuretano expandido y una capa superior de espuma con memoria de forma. La espuma con memoria de forma se adapta a la presión del peso sin comprimirlo y la base rígida estabiliza el apoyo. Entre los modelos Mollyflex, los mejores con esta fórmula son el Natur Comfort y Giotto Memory.
Hecho de poliuretano expandido y espuma con memoria de forma de origen vegetal y con recubrimiento de fibra natural de soja, este colchón antidecúbito es un verdadero elixir de bienestar. El tejido en fibra natural de soja es resistente a las bacterias y altamente transpirable, mientras que el relleno de poliéster certificado GRS con grafeno y fibras de seda regula la temperatura y ofrece un confort excepcional. Desenfundable, es un dispositivo médico certificado CE.
La combinación de poliuretano y memory soft touch proporciona un fuerte soporte ortopédico para la columna vertebral, mientras que el relleno de la superficie en memory se adapta perfectamente a las líneas del cuerpo dando una agradable sensación de ligereza y relajación. La nueva funda de tejido guateado no solo proporciona un aspecto bien cuidado, sino que también hace que este colchón versátil sea agradable al tacto Adecuado para personas con dolor de espalda, ancianos o discapacitados, es desenfundable y fácil de limpiar.
Los colchones con muelles ensacados también pueden ser una buena opción para satisfacer las necesidades de descanso de las personas mayores, siempre que estén recubiertos por una capa de espuma con memoria de forma que se adapta al cuerpo. También es importante que estos colchones no sean demasiado altos para evitar el riesgo de caídas.
Además del confort y el apoyo, otro aspecto crucial es la higiene. Los materiales utilizados en los colchones antidecúbito deben ser transpirables y lavables: por eso es preferible comprar un modelo desenfundable, como el Sanremo Classic.
Gracias a su innovador diseño de muelles ensacados y espuma con memoria de forma, este colchón ofrece un sueño saludable y duradero. El toque final es el Polisoff termorregulador cosido directamente en la funda, creando un microclima nocturno ideal para un máximo bienestar.
En situaciones en las que los ancianos están encamados o pasan largas horas en la cama, es recomendable optar por una funda de tejido Meditex o al menos un protector de colchón. Estos materiales ayudan a mantener un ambiente higiénico, previniendo posibles problemas de la piel y asegurando el bienestar general.
En conclusión, la elección de colchones antidecúbito para ancianos y discapacitados debe tener muy en cuenta las necesidades específicas de confort, apoyo e higiene. Modelos como los que tienen espuma con memoria de forma o muelles ensacados pueden ofrecer la combinación adecuada para garantizar un descanso saludable y cómodo.