Hasta hace pocos años había la moda de dormir sobre colchones ortopédicos rígidos. En los últimos años, en cambio, hemos entendido que un colchón demasiado duro puede conducir a problemas de circulación. Así, un colchón de buena calidad debe ser equilibrado, ni muy duro ni demasiado blando en el centro hasta el punto de ceder. Lo que importa en un colchón moderno y de calidad es la característica de adaptarse a la forma del cuerpo sin comprimirlos. En este sentido nació el Memory Foam.